VIGILIA
DE PENTECOSTÉS
EN EL VATICANO
El
Papa FRANCISCO responde a los seglares
"Jesús...Oración...Testimonio..."
Más
de 120.000 personas llenaban la Plaza de San Pedro a la que el Papa llegó el
sábado, día 18, a las 17,30 y donde, después de saludar a los peregrinos,
comenzó la Vigilia de Pentecostés.
Después
del saludo del arzobispo Rino Fisichella, Presidente del Pontificio
Consejo para la Nueva Evangelización, ha tenido lugar la entronización de la
imagen de María "Salus Populi Romani", llevada en procesión al centro
de la Plaza. Después de una serie de lecturas, cantos y testimonios, el Papa
Francisco ha respondido a cuatro preguntas planteadas por representantes de los
movimientos. Estas son las preguntas y el resumen de las respuestas del
Santo Padre:
"¿Cómo
ha alcanzado en su vida la certeza de la fe y que camino nos indica para vender
la fragilidad de la fe?", ha sido la primera pregunta.
R.- "He tenido la gracia
de crecer en una familia en que la fe se vivía de forma simple y concreta... El
primer anuncio en casa, con la familia. Y esto me hace pensar en el amor de
tantas madres y abuelas en la transmisión de la fe... No encontramos la fe en
lo abstracto; no. Es siempre una persona que predica, que nos dice quien es
Jesús, que nos transmite la fe y nos da el primer anuncio... Pero hay un día
muy importante: el 21 de septiembre de 1953, Tenía casi 17 años. Era el Día del
Estudiante... Antes de ir a la fiesta pasé por la parroquia y encontré un
sacerdote que no conocía y sentí la necesidad de confesarme,, Después de la confesión sentí
que algo había cambiado. Yo no era el mismo,,. Había sentido como una voz, una
llamada; estaba convencido de que tenía ser sacerdote. Esta experiencia de la
fe es importante, Decimos que tenemos que buscar a Dios, ir a pedirle perdón;
pero cuando vamos ya nos está esperando. El llega antes... Y esto te deja
estupefacto,,, y así va creciendo la fe. Con el encuentro con una persona, con
el Señor... Respecto a la fragilidad; el enemigo más fuerte es el miedo...No
tengáis miedo... Somos frágiles y lo sabemos... Pero El es más fuerte... Si vas
con Él no hay problema. Un niño es fragilísimo pero si está con su padre y su
madre está seguro... Con el Señor estamos seguros... La fe crece con el Señor,
yendo de su mano".
La
segunda pregunta ha sido sobre el reto de la evangelización y qué debían hacer
los movimientos para poner en práctica la tarea a la que habían sido llamados.
R.- "Diré solo tres
palabras... La primera es Jesús... Si vamos adelante con la organización, con
otras cosas, incluso bellas, pero sin Jesús, no funcionamos...Jesús es lo más
importante... La segunda palabra es la oración. Mirar el rostro de Dios pero
sobre todo ... sentirse mirados... Y tercera el testimonio... La comunicación
de la fe se puede efectuar solo con el testimonio y este es el amor. No con
nuestras ideas, sino con el evangelio vivido en la existencia propia... No
hablar tanto, sino hablar con toda la vida... la coherencia de vida... que es
vivir el cristianismo como un encuentro con Jesús que me lleva a los demás y no
como un hecho social... Socialmente somos así... somos cristianos, encerrados
en nosotros.. ¡No , así, no! El testimonio es lo que cuenta.".
La
tercera pregunta ha sido cómo vivir una Iglesia pobre y para los pobres.
R.- "Antes que nada,
vivir el Evangelio es la primera aportación que podemos dar. La Iglesia no es
un movimiento político, ni una estructura bien organizada; no es esto...La
Iglesia es la sal de la tierra, es luz del mundo; está llamada a hacer presente
en la sociedad la levadura del Reino de Dios y lo hace en primer lugar con su
testimonio, el testimonio del amor fraterno, de la solidaridad... Cuando se oye
decir que la solidaridad no es un valor, sino una "actitud primaria"
que debe desaparecer,,,algo no funciona... Los momentos de crisis, como el
actual, no consisten sólo en una crisis económica o cultural, Se trata de una
crisis del ser humano,,.Lo que puede ser destruido es el ser humano... Pero el
hombre es imagen de Dios... En estos momentos de crisis no podemos preocuparnos
solo por nosotros mismos, encerrarnos en la soledad, en el desaliento... Por
favor, no os encerréis.. Es un peligro; nos encerramos en la parroquia, con los
amigos, en el movimiento, con los que piensan como nosotros.. Pero ¿sabéis que
pasa? Cuando la Iglesia se encierra, enferma... La Iglesia debe salir de sí
misma.. ¿Hacia dónde? Hacia las periferias existenciales, cualesquiera que
sean, pero salir... La fe es un encuentro con Jesús y nosotros tenemos que
hacer lo mismo que Jesús: encontrar a los demás... Tenemos que salir a su
encuentro y crear con nuestra fe una "cultura del encuentro"... en la
que podamos hablar también con los que no piensan como nosotros... incluso con
los que tienen otra fe... Todos tienen algo en común con nosotros: son imágenes
e hijos de Dios... Salir al encuentro sin negociar nuestra pertenencia. Y hay
otro punto importante: con los pobres... Si salimos de nosotros mismos
encontramos la pobreza.. Hoy pensar que tantos niños no tienen qué comer no es
noticia y esto es grave... No podemos quedarnos tranquilos...No podemos ser cristianos almidonados, esos
cristianos tan educados, que discuten de teología mientras toman el te,
tranquilamente... ¡No! Tenemos que ser cristianos valientes e ir a buscar a
aquellos que son la carne de Cristo... La pobreza, para nosotros, los
cristianos, no es una categoría sociológica o filosófica o cultural; es una
categoría teologal. Podría decir que es la primera categoría, porque ese Dios,
el Hijo de Dios, se rebajó, se hizo pobre para recorrer con nosotros el camino.
Esta es nuestra pobreza: la pobreza de la carne de Cristo, la pobreza que nos
trajo el Hijo de Dios con su encarnación".
La
última pregunta ha sido : "¿Cómo ayudar a nuestros hermanos si se puede
hacer poco para cambiar su contexto político-social?".
R.- "Para anunciar el
Evangelio son necesarias dos virtudes: el valor y la paciencia. Los cristianos
que sufren están en la Iglesia de la paciencia. Sufren y hoy hay más mártires
que en los primeros siglos de la Iglesia... Hay que precisar que muchos veces
los conflictos no tienen un origen religioso; a menudo hay otras causas, de
tipo social o político y, desgraciadamente, la pertenencia religiosa se utiliza
como gasolina encima del fuego. Un cristiano debe saber
responder al mal con el bien, aunque a menudo sea difícil. Intentemos conseguir
que estos hermanos y hermanas nuestros sientan que estamos profundamente unidos
a ellos... que sabemos que son cristianos "entrados en la paciencia".
Cuando Jesús va al encuentro de la Pasión entra en la paciencia... Ellos experimentan
el límite... entre la vida y la muerte. Y también para nosotros; esta
experiencia tiene que llevarnos a promover la libertad religiosa para todos.
Todo hombre y toda mujer deben ser libres en su propia confesión religiosa,
cualquiera que ésta sea, ¿Por qué? Porque ese hombre y esa mujer son hijos de
Dios".